Ya han acabado las vacaciones de Navidad y, pese a todos los baches de este año atípico, hemos disfrutado de unos cuantos días con los nuestros en la medida de lo posible y, además, hemos podido descansar y cargar las pilas. Pero pasado Año Nuevo, y con la vuelta al trabajo, llega ese momento en el que haces revisión de todas las metas que has alcanzado en 2020 y, también, de todos esos propósitos que se quedaron en meras intenciones.
Según la popular aplicación de idiomas Babbel, 8 de cada 10 españoles tienen el aprendizaje de un idioma entre sus propósitos de Año Nuevo. Seguramente tú, si estás leyendo esto, también te propusiste en 2020 sacarte ese título de B2 que llevas años queriendo obtener, o apuntarte a ese curso online y ser constante en el estudio o, incluso, apuntarte a clases de conversación y sacarle partido a todo lo que en su día estudiaste pero nunca pusiste en práctica.
La pregunta es: ¿conseguiste tus objetivos? Muchas personas los dejaron de lado en 2020 debido a la situación excepcional que supuso la declaración del estado de alarma, el cese temporal de la actividad laboral en los sectores no esenciales o la repentina y estresante adaptación al teletrabajo.
Pero ya es hora de pasar página y no dejar que 2021 pase por delante de nosotros como si nada. Cada nuevo año trae consigo una fuerza propia que nos impulsa a comprometernos con nuevos -y viejos- propósitos. El hecho de que aprender un idioma siempre encabece la lista de propósitos de Año Nuevo de la gran mayoría es, sin duda, debido a los innumerables beneficios que alcanzar este objetivo nos reporta. He aquí algunos de ellos:
- Te ofrece una clara ventaja en el mercado laboral: los sueldos base de las personas que dominan más de un idioma suelen ser entre el 2% y el 5% más altos que los de sus compañeros de categoría en el mismo sector.
- Es beneficioso para tu salud mental: mejora la funcionalidad cerebral en áreas como la toma de decisiones, la capacidad resolutiva, la percepción, la memoria, etc.
- Es más fácil que los propósitos restrictivos como hacer dieta o dejar de fumar: al ser humano se le da francamente mal ser constante en cosas que suponen una restricción puesto que lo percibimos como un castigo. Evidentemente, estos son propósitos muy importantes, pero una lista de propósitos no debería centrarse solo en las cosas que nos gustaría eliminar de nuestra vida. El aprendizaje de un idioma no es un castigo, sino que suma, aporta y nos hace sentir mucho mejor.
¿A qué estás esperando?
Infoidioma- Departamento de Comunicación